miércoles, 1 de julio de 2009

Lo mexicano revisitado

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán*

Volverás porque aquí están los manantiales de tu savia y las raíces de tu sangre, el mar de tus piedras y las cuevas de tu agua.
Ver mucho, mirar, volver a ver, compara lo visto con lo oído. Y lo vuelto a ver con lo escuchado; cotejar lo mirado con y lo escuchado con lo recordado. Mirar es aún mejor, pero implica ver de nuevo, volver a ver. Para ver otra vez, ver mejor, mirar y no olvidar, volverás.
Carlos Castillo Peraza (Volverás, 2003)
Entrada
En 1991, publiqué en la revista Pedagógica Caminos abiertos, un artículo que tenía el nombre de "Crítica a lo mexicano y al sistema político mexicano". Trate de hacer una genealogía de lo que eran diferentes autores sobre todo nacionales que habían reflexionado en el siglo XX sobre la identidad nacional, con el pretexto de un Best seller, Vecinos distantes escrito por un periodista norteamericano que circulaba profusamente por el país. Era uno de mis primeros artículos, el incipiente y pretencioso escritor que era yo entonces demostraba lo tangible: que el libro era una mala síntesis de los autores clásicos del tema, sin ninguna aportación y casi sin referencias a los textos originales. No existían aportes del compilador del texto Alain Riding. Viejo vicio norteamericano como el de los emperadores; ver, criticar y apropiarse de lo ajeno.

¿Por qué entonces se vendió tanto el libro (de hecho hay una versión reciente de aniversario que sigue en librerías)? La respuesta es múltiple: por carencia de elementos culturales de la población blanco, revive librescamente el mito de “lo mexicano”, resume la historia oficial del país, se atrevía a hablar de la corrupción cuando todos volteaban para otro lado, era un libro para venderse por millares, etc.

En los setenta del siglo pasado, en plena euforia de captación- por parte del Estado- de los intelectuales, Carlos Fuentes uno de ellos aseguraba que Rusia y México eran los pueblos que se preguntaba más sobre su identidad.

¿Todavía es así con todo lo que ha cambiado el mundo? El estado nacional, el estado benefactor, el nacionalismo, la cultura nacional, el concepto de patria o historia nacional ya no siguen siendo lo mismo. Son difusos. El concepto de paz social en cuyos lomos navego en las urnas el Partido Revolucionario Institucional está roto; el macho mexicano absolutamente extinto, y México es quién más aporta cuantitativamente al concepto de nuevo nomadismo social planetario; quinientos mil al año cruzando la frontera. El movimiento migratorio más grande en la historia de la humanidad.

En este contexto, vale la pena preguntarse: ¿desde qué nociones y aportaciones se puede uno preguntar sobre “lo mexicano”? ¿Cómo han impactado en México y su pretendida identidad los cambios que a nivel planetario se desarrollado desde hace 20 años con la instauración de un modelo económico bárbaro y descarnado para con sus habitantes?

De eso tratará esta reflexión, de una revisita a lo mexicano, para saber cómo andamos, si es que andamos.

Proscenio
Lo mexicano: en cinco tiempos
Acto 1: Los fabulosos veinte: La raza cósmica

Expresiones que se han vuelto colectivas como la raza, o la raza de bronce, tienen un origen común: Vasconcelos, que señaló en términos más bien esperanzadores y alegóricos que éramos la "quinta raza" los habitantes de Hispanoamérica; una síntesis de todas las razas del mundo sin distinción alguna. Somos la base para construir una nueva civilización: Universópolis y gente de todo el mundo transmitiendo su conocimiento. Lo anterior, no sólo la determinación geográfica, étnica y cultural, sino el fondo histórico lo animaban a afirmar que las grandes civilizaciones siempre habían compendiado erigiéndose sobre el pasado en una nueva cultura.
Es el México de lo veinte, posrevolucionario, país en el que todo esta por hacerse y en que en el libro la Raza Cósmica, José Vasconcelos desata el ideal que ya había iniciado con la creación de la Secretaría de Educación Pública: construir un manifiesto de empuje social desde país negado que era México.

El sueño se ve fracturado con la pérdida de la presidencia en las elecciones de 1929 en las que enfrenta ya al jefe máximo, con todo y partido prácticamente único.

Acto 2: Los treinta: El perfil del hombre y la cultura
Justo entre el México del maximato callista y el cardenismo, a mediados de los años treinta aparece la obra del filósofo Samuel Ramos, El perfil del hombre y la cultura, que tiene como gran garante teórico al psicoanalista (alumno de Freud) Alfred Alder y sus postulados sobre la inferioridad a la que parece estar condenada la especie humana y su deseos sublimados por el poder. Con estos elementos Ramos intenta una caracterología de “lo mexicano”. Está obra se puede leer como la otra cara de la moneda del prohombre Vasconceliano: para el creador del Ulises Criollo tenemos el veredicto de la historia de ser grandes, para Ramos lo contrario.
Algunos elementos que toma Ramos para dar cuenta de esta inferioridad del mexicano presentes en su vida cotidiana son el machismo y ( su personaje principal) el "peladito":

Dice María del Carmen Roveira al respecto:

"El machismo es la máxima expresión mexicana del complejo de inferioridad. Quien mejor expone la actitud machista es el tipo social del peladito, ese “desecho humano de la gran ciudad”. La vida le ha sido hostil y su actitud es de negro resentimiento: estalla a la menor provocación y busca la riña para elevar su yo deprimido. Dice Ramos del peladito: “En sus combates verbales atribuye al adversario una feminidad imaginaria, reservando para sí el papel masculino. Con este ardid pretende afirmar su superioridad sobre el contrincante”. Así, el macho asocia su concepto de hombría con el de nacionalidad, creando el error de que la valentía es la nota peculiar del mexicano."

El mexicano de Samuel Ramos es inseguro, desconfiado, hasta de sí mismo, no logra adaptarse al ambiente que rodea; por eso fantasea. Hay un conflicto permanente entre el ser y lo que desea ser. El origen: la conquista y la necesaria comparación. De esta mezcla saldrán los dos grandes ingredientes del complejo: la autodenigración y la vanagloria. El conquistador domina, gobierna lo externo, lo interno es sometido; destinando a la imitación.

El esquema del filósofo Ramos para entender a los pelados mexicanos es el siguiente:
1.- El pelado – léase el mexicano- tiene dos personalidades: una real y otra ficticia.
2.- La real queda oculta.
3.- La personalidad ficticia es diametralmente opuesta a la real.
4.- No tiene valor humano y se sirve de trucos para ocultar sus sentimientos de minusvalía.
5.- La persona ficticia dominante no tiene base real por eso desconfía.
6.- Se salva poniendo a la defensiva su yo, dada la permanente desconfianza que lo acompaña.

Uno se pregunta en este 2009:
¿Quién habla por Samuel Ramos: Adler, el positivismo, el nacional –socialismo ya con cierto grado de desarrollo, alguien a contra corriente del mexicano ya documentado por Eisenstein, Rivera y Orozco? ¿De quién habla Ramos? ¿Desde que resentimiento, dolor, amargura o quebranto?

Cuando es publicada la obra (1934), el nacionalismo mexicano sentaba sus reales: Mauricio Tenorio (2000) lo define de forma global de la siguiente manera:

"El nacionalismo llevó a la creación de una imagen nacional mexicana formada por una busca constante de la esencia histórica( esto es, el pasado indígena y una estructura fundacional épico-militar) una definición racial( unas veces más criolla , otras más mestiza ) atributos naturales ( la belleza de la tierra y su productividad) una posición económica ( protección de una burguesía nacional , captación de inversión extranjera, inmigración, reconocimiento económico internacional) y el inevitable intento de alcanzar, como nación , lo cosmopolita."

Para Ramos como buen positivista la única salvación de la cultura mexicana sería esto último: hacer propia la cultura universal.

Acto 3. Los cincuenta: Paz solo en el centro del laberinto
En el México de los cincuenta ( el de Los olvidados y Nazarín de Buñuel, el de El llano en llamas y Pedro Páramo de Juan Rulfo, el de Esquina bajan y Hay lugar para dos de Galindo, es el país del Ratón Macías bajando del avión con la mandíbula destrozada; el de la industria y la gran ciudad de México de tres millones de habitantes, el del crecimiento de las clases medias: el del auge del desarrollo estabilizador ) recibe al todavía joven Presidente vitalicio- y más- de las letras mexicanas: Octavio Paz y su El laberinto de la soledad.

Escribía el poeta, encarnando el ser el eslabón de un diálogo con todos los tiempos:

"En todas sus dimensiones, de frente y de perfil, en su pasado y en su presente, el mexicano resulta un ser cargado de tradición que, acaso sin darse cuenta, actúa obedeciendo a la voz de la raza."

Para Paz el análisis de Samuel Ramos no es del todo incorrecto: es dependiente de un tipo de psicoanálisis y limitado en su descripción. Paz desligará la seducción ensayística para analizar lo mexicano, que él considera una historia más que una esencia.

Así se dan cita en un mismo texto- y en la mayoría de la obra posterior- el hermetismo o reserva del mexicano, las máscaras en las que se oculta, el sentirse diferente frente a los demás, buscando infinitamente protección, abrirse es exponerse, la fiesta como catarsis. Mexicanos que describe como formales y tradicionalistas, enamorados y despreciativos para con la muerte, presos del pasado enterrado pero vivo.

Acto 4. Los setenta: Ramírez o El giro ambivalente y psicoanalítico a lo mexicano
En El mexicano: psicología de sus motivaciones, Santiago Ramírez, tal vez el psicoanalista más sólido de su generación, intenta un psicoanálisis histórico de lo mexicano.

Para Santiago Ramírez la conducta de un pueblo es una serie sucesiva de repeticiones. Muy consecuente con sus aportaciones teóricas afirmará que la cultura es resultado del pasado: infancia es destino, también en los pueblos. El sello, la patente que caracteriza al mexicano a lo largo de la historia es un amor/ odio, una ambivalencia permanentemente moviéndose en espiral hacia lo dominante. Dualidad presente desde los Dioses Prehispánicos como Quetzalcoatl y Tezcatlipoca. Dualidad que seguirá la ruta inevitable del sincretismo en la generalidad de los pueblos prehispánicos después de la conquista. Ambivalencia de ruptura y continuidad en la historia que sigue chocando inconscientemente entre españoles e indígenas, como un duelo jamás resuelto.. Amor/ odio, en etapas sucesivas a lo indígena, a lo español, a lo francés a lo norteamericano.

La raíz es contada por Santiago Ramírez, merece la pena la cita larga, se trata de la historia de de un desencuentro:

"El origen actual surge de una ruptura. La llegada de los españoles escinde la consciencia del mexicano. Le siembra una nueva cultura a la fuerza y lo mantiene mediante un sistema conductual hacia un fuerte arraigo espiritual. El mexicano producto del choque de culturas es el mestizo. Allí se encuentra un origen y causa. El padre español es irresponsable, pues tan sólo utiliza a la india para su placer. Él tiene que importar una mujer peninsular que se mantenga dentro de su canon social y cultural; alguien verdaderamente espiritual. El niño mestizo forma inconscientemente un odio latente hacia la imagen paterna, quien distingue como un objeto total de agresión. Se apega entonces a la madre, objeto total a la que desarrolla una ambivalencia crucial. Se le ama por otorgarle amor al alimentarlo con sus pechos, pero su se le odia también, por no ser fuerte, por dejarse dominar por el padre. Entonces se hace uso de varios mecanismos de defensa: la negación (niega su pasado para protegerse de recordar); la compensación (mantiene una imagen de violencia heredada del padre para ocultar su flaqueza); la proyección (ve en los demás los defectos que no quiere ver sí mismo); la identificación (no encuentra identidad original e imita).

"El mestizo mantiene otro mecanismo de defensa que lo estigmatiza fuerte. El de aislamiento. Sabe que nunca llegará a ser español; pero, también niega su parte indígena. Así le es recíproco por parte de los españoles y los naturales. El sólo tiene un camino, el progreso; y el progreso es ser como el padre aunque lo odie. Aprende a ser como él, lo imita. La imagen del padre ha de ser fundamental durante toda su historia. Tratará de repararse con una máscara, el machismo. Aunque el machismo es de carácter meramente varonil y con esto se crea que se excluye a la mujer de la historia, no es así, ya que el machismo lo juegan los dos sexos. El macho necesita de una mujer sumisa, abnegada; estereotipo por demás cansino de la ambigua madre mexicana."


El mexicano se encuentra- sostiene Ramírez- en un agudo conflicto de identidad, dice el psicólogo, es víctima de contradicciones de muy diverso signo. Con ellas aprende a vivir, a amar, a nombrar a insultar y a morir.

Acto 5. Los ochenta: Bartra abriendo la jaula de lo mexicano
Roger Bartra decide emprender un viaje hacia el mito genial: lo mexicano. El road movie acabará, para siempre con la búsqueda casi de alquimistas de la esencia nacional. Liberando a lo mexicano de explicaciones sesudas.

Bartra llega a la conclusión en La Jaula de la Melancolía, a través del análisis de los estereotipos del llamado "carácter mexicano", que éste es una entelequia, una creación ficticia que han elaborado los intelectuales, las clases dominantes y diversos grupos de poder interesados en explotar dicha idea.

Al realizar el análisis Bartra invita a diseccionar el cadáver de los mitos mexicanos, el cual compara con el axolotl, por no ser ni terrestre ni totalmente acuático, del mismo modo que el mexicano tampoco es moderno ni primitivo. En apariencia un hombre en permanente transición.

En La jaula de la melancolía se desmontan varios de estos estereotipos sin intentar establecer nuevos y con la plena conciencia de hablar desde ellos. Los libros anteriores (Ramos y Paz sobre todo) son tratados en un tono más reflexivo y el menos militante, dejando hablar a los autores y sometiéndolos a las pruebas de acido de la Antropología cultural.

El mismo Bartra establece sobre el método con que trabaja, tratándose de desmarcar de un ingenuo y dominante marxismo, presente en las universidades de los setenta en México:

"El método que utilicé no fue pensando para resolver las contradicciones que anidan en los mitos políticos. Ya que los mitos no son creaturas ideológicas impuestas por el Estado. La inserción de los mitos políticos en complejos procesos de legitimación no los convierte en piezas de una maquina para engañar."

La pretensión o el objetivo explícito de La Jaula de la melancolía es otro:

"La tarea de trazar un mapa aun borroso, de la evolución del mito desde la identidad del mexicano; las peculiaridades de este mapa no proceden de un código estructural impreso en la mente de los mexicanos; los hitos meandros, los caminos, las fronteras, las conexiones, las fronteras se han ido formando, gracias a una especie de selección cultural; no en un proceso determinado por instrucciones preestablecidas en un sistema simbólico de mensajes. No hay una sustancia fundamental en la identidad."

Telón
La no-sustancia del mexicano
Teniendo acceso a todo: ¿cómo podemos distinguir entre lo importante y lo insignificante?
Peter Gabriel

Hace poco más de una década un noticiero radiofónico de gran audiencia ( Radio Red) realizó una mesa de debates con la presencia de Héctor Aguilar Camín, Aurelio Asiain y Germán Dehesa para resolver el enigma ¿somos lo que parecemos? Se tocaron temas varios: el orgullo, la flojera, la corrupción, las libertades, lo hermoso de nuestra patria. Pero ante tres cabezas pensantes las perlas comenzaron a brillar, lo que citamos a continuación parece una editorial de hoy en la mañana:

"La identidad de un país está siempre en crisis, y que las crisis económicas, sobre todo tan prolongadas como las que hemos padecido, generan una crisis adicional. El factor fundamental es el cambio tan acelerado de las condiciones y de las características de la población mexicana. En unas cuantas décadas la población mexicana se ha triplicado; se ha vuelto una población mayoritariamente urbana, expuesta a los medios de comunicación, mayoritariamente joven; importante situación por que no se tiene necesariamente una clara idea o recuerdo de la historia o del lugar que se viene; una población tremendamente móvil, con una extraordinaria fuerza migratoria."

A esto habrá que sumarle los ismos a los que parece estar condenado, no los mexicanos sino buena parte de occidente y que como un virus nos han infectado sin que suframos demasiado las consecuencias: hedonismo, sobre-consumo, inmediatismo, relativismo, individualismo (Lozano, 2003, Rojas, 1992). Estos jinetes de la Apocalipsis están entre nosotros y para decirlo claro los disfrutamos también los mexicanos.

Revisitar lo mexicano en esta era pos( deber, moderna, industria, etc.) , me permite formular una larga lista de dudas que me acosan, me mantienen en vela y me entretendrán hasta el fin de mis terrenales. Les comparto algunas, que vayan dejando caer el telón de esta reflexión:

¿Vale la pena preguntarse por la sustancia de lo mexicano en este siglo XXI, en un planeta agónico, globalizado y caótico?

¿Todavía es valido citar a Paz o a cualquier otro, para encontrar la esencia perdida, la no-sustancia del mexicano?

¿El mexicano actual cabe completo en alguna teoría?

¿Hay un mexicano actualmente o según el INEGI 103 millones en el territorio y 10 allende nuestras fronteras?

¿Sigue habiendo culturalmente muchos Méxicos o las repetidoras televisivas, el Internet, el cable, la radio y los DVD, los han ido extinguiendo?
¿Cuál es ese México tan parecido a Irak – sobre todo en armas y violencia - que se encuentra militarizado con 10, 000 efectivos, en la frontera norte?
¿Cuándo nos aplicaron el experimento que se relata en la película El eterno resplandor de una mente, para dejarnos no solo sin memoria y recuerdos, sino para borrarnos la historia?
¿Por qué las fiestas ya no son el lugar del diálogo y el encuentro?
¿Qué significado tendrá para más de cien mil mexicanos corear el nombre del Neri Castillo, para que entre a la cancha?
¿Desde cuando la mujer mexicana siguió el destino de Barbie ( que cumple cincuenta años ) como meta única?
¿Por qué no conozco ningún estudio serio sobre las transformaciones recientes en la masculinidad en las clases medias urbanas?
¿Qué significará para un sicario reclutado con un volante en Culiacán ( o cualquier otra ciudad mexicana) oír la estrofa que se escucha todas las mañas del Himno: Guerra, guerra sin tregua al que intente?

Bibliografía
Bartra R. El método en la jaula ¿cómo escapar al circulo hermenéutico. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Sociales. México.1990
Castillo P C . Volverás. Fundación Rafael Preciado Hernández . México. 2006
Gutierrez V J El otro yo del mexicano. Info. Red/ Oceano. México. 1998
Lozano M. Conferencia Magistral sobre el docente. Universidad Anáhuac. México Norte 2003.
Paz O. El laberinto de la soledad. México. Fondo de Cultura Económica. 1960.
Ramírez S. El mexicano: psicología de sus motivaciones. Editorial Grijalbo. México, 1979
Ramos, S: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial, México.1934.
Rovira Gaspar MC. Sobre El perfil del hombre y la cultura. Facultad de Filosofía y Letras/UNAM. México. 2006.
Rojas E El Hombre Light. Editorial Temas de hoy. 1992
Tenorio Trillo M. De cómo ignorar. Centro de Investigación y docencia económica/ Fondo de Cultura Económica. México 2000.

* Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional UPN. Unidad 095 D.F. Azcapotzalco.

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