jueves, 8 de enero de 2009

Los discursos ambientales en la prensa escrita

Sonia Rosales Romero[1]

Como respuesta a la actual crisis ambiental los medios de comunicación, de forma específica la prensa escrita, podrían contribuir en la transformación social, a través de una significación más crítica del medio ambiente que nos obligue a revalorizar nuestra relación con la naturaleza y la sociedad. La prensa escrita ejerce cierto control sobre las notas periodísticas a través de la redacción de titulares, la asignación de espacios, la frecuencia de aparición y la selección de la información. Por esta razón, debemos señalar a este medio de comunicación como uno de los principales responsables de las formas en que algunos grupos e individuos construyen lo ambiental, a partir de la diversidad de concepciones que provienen de los discursos publicados en los diarios.

Sin duda alguna, la televisión y la radio tienen una cantidad mayor de público que la prensa escrita, en virtud de que el impacto visual y auditivo atrae más receptores; no obstante, la velocidad y fugacidad de sus mensajes les representa una desventaja sobre los medios impresos, que cuentan con un amplio espacio y tiempo para sus lectores. La fuerza crítica e informativa de los temas de la información que “deciden” publicar, les otorga el poder de influir en las esferas social, política y económica, de determinar las agendas públicas y de intervenir en las formas de concebir la realidad ambiental.

Desde la década de los sesenta, el impacto de los medios de comunicación logró incorporar en el discurso de los gobiernos y de la sociedad el tema del evidente deterioro ambiental que estaba originando el creciente desarrollo de la tecnología, las nuevas formas de producción y estilos de vida y la explotación desmedida de los recursos naturales, a través de la gran difusión que se dio al movimiento ambiental y a la publicación de las obras La primavera silenciosa, de Rachel Carson, y La bomba de la población, de Paul Enrlich, en las cuales se presentaba un cuadro siniestro sobre la degradación producida por la infraestructura social, económica y científica. Esto nos muestra cómo históricamente la significación de la realidad ambiental se ha ido construyendo a partir del discurso de la sociedad y la difusión del mismo a través de los medios de comunicación. Así, los “diferentes problemas dispersos entran a formar parte de un discurso común, socializándose una determinada noción del medio ambiente” (Pérez, 1979).

La significación del medio ambiente varía de una comunidad a otra y experimenta procesos de estructuración ideológica diferentes, debido a que la forma en que percibimos la realidad ambiental está determinada por factores sociales, económicos, políticos y culturales. Dentro de esos procesos, el impacto que producen los mensajes de los medios de comunicación, transmitidos a través de los discursos de los distintos sectores de la sociedad representa uno de los principales constructores de la realidad ambiental o, al menos, de lo que se pretende percibamos como real. Estas circunstancias generan en los medios como la prensa escrita una gran responsabilidad social con la comunicación y educación ambiental, que nos plantea la necesidad de utilizar el discurso periodístico en la formación de un sentido crítico en los receptores, que promueva una mayor participación social para enfrentar los problemas ambientales y mejorar las condiciones de la calidad de vida de los diferentes grupos sociales.

En la prensa escrita el discurso ambiental está representado por una extensa variedad de concepciones que se construyen desde los diferentes espacios que conforman a cada sector social y son las posiciones discursivas uno de los factores que los identifica como grupo y que garantiza su presencia en la sociedad. A pesar de la heterogeneidad de los integrantes de los sectores, sus particulares visiones y su historia personal, es posible considerar la existencia de un discurso dominante de lo ambiental en algunas cuestiones.

A continuación se describe la forma en que los sectores social (ciudadanos, organizaciones civiles, especialistas y comunicadores), político (partidos políticos y funcionarios), empresarial y religioso, perciben la educación ambiental, el medio ambiente, el desarrollo sustentable y la problemática ambiental, de acuerdo con el análisis de contenido de tres periódicos de mayor circulación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México: El Universal, Reforma y La Jornada[2]:

Ciudadanos
Para los ciudadanos el medio ambiente está representado por el entorno y los recursos naturales que son proveedores de servicios ambientales, fuentes productivas y el centro de la vida. Perciben los problemas ambientales como deterioro ecológico, como un daño, una afectación y una destrucción de la naturaleza. Escasamente vinculan entre sí las consecuencias sociales, económicas, políticas, de salud y ecológicas de los problemas ambientales.

Los discursos de los ciudadanos sobre el medio ambiente con frecuencia se enfocan a denuncias respecto a la problemática urbana que les está afectando de forma directa en su vida cotidiana. Sus reclamos se dirigen a los representantes del gobierno local, ya que de acuerdo con la visión que plasman en sus discursos sobre los problemas ambientales, las principales causas que los originan se relacionan con las decisiones políticas y con el mal desempeño de las autoridades en sus funciones. En sus discursos hacen referencia directa a la violación de las “leyes o normas ambientales” y al incumplimiento de las propuestas gubernamentales.

Los ciudadanos ejercen en la prensa escrita los siguientes mecanismos discursivos de presión, para cambiar el rumbo de las decisiones de los funcionarios:

-Acusan a las autoridades locales de no vigilar el cumplimiento de las normas ambientales.
-Exigen investigar las acciones gubernamentales.
-Demandan sanciones para funcionarios.
-Denuncian irregularidades y corrupción administrativas en las autorizaciones de uso de suelo.
-Solicitan la revisión de estudios de impacto ambiental.

Los ciudadanos no integran a sus discursos la educación ambiental, por lo tanto no la perciben como una de las estrategias de solución para la problemática ambiental. Su concepto sobre desarrollo sustentable está dirigido a la preservación ambiental, aunque más bien utilizan este término para hacer referencia a las propuestas de funcionarios.

Organizaciones civiles
A través de sus discurso las ONG proyectan una percepción del medio ambiente como naturaleza. Se refieren a los diferentes recursos naturales como fuentes de actividades productivas, como áreas verdes, como organismos en interacción que ofrecen diferentes servicios a los componentes de su hábitat y como elementos que hay que aprovechar y conservar.

Los planteamientos de este sector sobre las causas e impacto de la problemática carecen de una visión integral y sus discursos se centran en el deterioro ecológico. En cuanto a las propuestas de soluciones a la problemática ambiental, las ONG detectan en la administración pública las principales necesidades de transformación, señalan a las instituciones del Estado como las principales responsables de la preservación y cuidado del medio ambiente y reclaman el cambio en las políticas ambientales, que conduzcan a la estructuración de nuevos mecanismos regulatorios más eficaces en su aplicación y a una gestión adecuada del medio ambiente. Con menor frecuencia proponen soluciones tecnócratas, como la generación y utilización de energías alternas.

Los discursos con los que las ONG regularmente participan en la prensa escrita para promover sus posturas ideológicas respecto a lo ambiental son del siguiente tipo:

· De oposición a proyectos públicos y privados por su impacto ambiental.
· De denuncia a las irregularidades en el desempeño de los funcionarios en materia de medio ambiente.
· De crítica y cuestionamiento sobre programas de gestión ambiental.
· De defensa de especies animales.
· De pronunciamientos a favor de la preservación de recursos naturales.
· De protesta en contra de acciones al margen de la legislación ambiental.
· De propuestas de planes hacia la sustentabilidad.
· De difusión de investigaciones sobre problemas del medio ambiente.
· De discusión en foros de opinión sobre cuestiones ambientales.

Aunque las organizaciones civiles han planteado en las notas periodísticas la necesidad de promover “una cultura ecológica”, “una educación ecológica”, “el cambio de costumbres” y “la modificación de hábitos”, no se observa que este sector haga difusión clara de la educación ambiental ni de alguna otra acción concreta a favor del medio ambiente. Además, su concepción sobre el desarrollo sustentable se enfoca al control de actividades contaminantes, a través de proyectos que contribuyan a la disminución de emisiones de gases con efecto invernadero.

Especialistas
En el discurso de los especialistas, conformados por científicos y académicos, prevalecen diversas percepciones del medio ambiente: “naturaleza fragmentada” (no se consideran la totalidad de los elementos, procesos e interacciones entre los organismos), “naturaleza que hay que proteger y conservar” y “naturaleza en permanente interacción con otras dimensiones”. Por lo general este sector otorga la categoría de “ambiental” a los elementos, procesos, acciones, proyectos y productos, relacionados con aspectos de la naturaleza o con la protección y conservación de la misma.

Los especialistas conciben los problemas ambientales como situaciones de riesgo y de vulnerabilidad, que exigen medidas de adaptación, tanto por parte de los ciudadanos como de los gobiernos. Prevalece en los especialistas un discurso regulatorio y tecnocrático, al recomendar acciones legislativas y de desarrollo de la tecnología para prevenir, aminorar y revertir el deterioro ambiental. Entre sus propuestas no se da prioridad a la educación ambiental y se concibe lo sustentable como el ofrecimiento de las condiciones adecuadas para la conservación y protección de los recursos naturales.

El cambio climático representa uno de los problemas ambientales que los científicos reconocen y más abordan en los periódicos. Este problema se plantea como la principal causa de la deforestación, la pérdida de la biodiversidad de especies vegetales y animales, las inundaciones y de algunos fenómenos naturales. Asimismo, se le atribuyen otras consecuencias, que, si bien ofrecen una visión integral de la problemática al tomar en cuenta los impactos en diversos ámbitos, se presentan en las notas periodísticas con escasos fundamentos científicos y con una visión alarmista y catastrófica.

Este sector en sus discursos reconoce la necesidad de educación (sin especificar sobre lo ambiental), al poner de manifiesto la carencia de conocimientos, de participación social, de concientización, de formas adecuadas de actuar y de mecanismos efectivos de información y comunicación, a fin de enfrentar los diferentes problemas del medio ambiente.

Comunicadores
En los titulares, en las columnas y en los artículos de los periódicos, cuya redacción es responsabilidad de los comunicadores (directores, editores, jefes de redacción e información, cabeceros o tituladores, columnistas y reporteros), el medio ambiente es significado como sinónimo de ecología y como naturaleza. Por otra parte, en los titulares y textos los comunicadores se refirieren a los problemas ambientales con expresiones como “deterioro del medio ambiente”, “devastación ecológica”, “amenaza”, “daño”, “riesgo”, “presión”, “desaliento”, “vulnerabilidad”, “impacto”, “efecto”, “catástrofe” y “desastre”.

Aun cuando los periodistas y articulistas tienen una visión ecologista y naturalista con respecto a los elementos que conforman al medio ambiente, abordan la problemática ambiental desde diferentes dimensiones. Esto no significa el desarrollo detallado de los diversos aspectos o que las interacciones entre ellos se considere una cuestión ambiental, ya que se refirieren a los problemas del medio ambiente como problemas de la naturaleza; razón por la cual señalan por separado los problemas del ámbito económico, social, político y ambiental. En cuanto a las soluciones de los problemas ambientales algunos periodistas las manifiestan a través de la expresión de lo “verde”.

Los encabezados de algunas notas, en especial de las notas relacionados con el tema del cambio climático, expresan una visión alarmista y catastrófica. Presentan un panorama sombrío, ubican los hechos en el presente inmediato y no especifican que se trata de pronósticos a largo plazo, como lo muestran algunos titulares: “La destrucción ambiental y humana ya es evidente”, “Cambio climático ‘ahoga’ islas”, “México ya resiente los efectos del cambio climático”, “Prevén debacle turística por el cambio climático”, “Ejercito de EU ve amenaza en calentamiento global”, “México, vulnerable ante cambio climático” y “Mal clima afectará la infraestructura”.

En algunas notas periodísticas los periodistas proponen acciones específicas para ayudar a disminuir las emisiones de gases contaminantes, en las que se involucra a los lectores, ya que se podían llevar a cabo en la vida cotidiana, aunque no se hace referencia explícita a la educación ambiental.

El desarrollo sustentable no es un tema recurrente en los discursos de los articulistas y columnistas al abordar las cuestiones ambientales, pero se aprecia que en algunos titulares los periodistas le dan a lo sustentable el carácter de “ecológico” y “verde”, como haciendo referencia a algo que es amable con el medio ambiente.

Partidos políticos
Para los partidos políticos el medio ambiente está representado por un conjunto de recursos naturales: bosques, selvas, especies animales y vegetales, océanos, manglares e hidrocarburos, a los que hay que “cuidar”, “defender”, “racionalizar”, administrar y legislar eficazmente. Además, le dan el carácter de “delitos” a algunos problemas ambientales, que son visualizados en un contexto regulatorio y administrativo. De esto se deriva también que perciban su solución como un asunto del poder legislativo y en general de las políticas públicas. Su discurso se dirige a propuestas de soluciones basadas en reformas a la ley para “endurecer las penas” y “castigar los delitos. También consideran las soluciones administrativas referentes al financiamiento de proyectos y obras, que favorecen al medio ambiente.

El Partido Verde Ecologista de México (PVEM), único partido político en México que surgió de una ONG ecologista y que plantea como uno de sus principios fundamentales “el cuidado y conservación de la naturaleza y el medio ambiente”, carece en sus discursos periodísticos de acciones de investigaciones, de difusión de información y del establecimiento de alianzas con otros partidos o asociaciones civiles, para buscar soluciones a los problemas ambientales, como lo marcan los principios del partido. El PVEM, al igual que los demás partidos políticos, se refieren con dificultad a la educación ambiental y al desarrollo sustentable.

Funcionarios
En el sector gubernamental prevalece una visión fragmentaria y una percepción naturalista sobre el medio ambiente. En el contexto de las cuestiones ambientales se habla de lo “verde” o se utiliza la expresión “entorno natural”. Asimismo, los funcionarios conciben los problemas ambientales como “daños al medio ambiente”, “impactos ambientales”, “problemas” “delitos ambientales”y “riesgos”.

Las percepciones del sector gubernamental con respecto a las soluciones a la problemática ambiental se manifiestan a través de un discurso regulatorio en el que conciben a la legislación ambiental como el principal instrumento para la gestión del medio ambiente, por lo que en sus discursos de la prensa escrita plantean de manera continua la necesidad de fortalecer el marco jurídico en esta materia, a través de medidas coercitivas más severas. En menor frecuencia utilizan un discurso tecnocrático en el que se concibe la aplicación de nuevas tecnologías como una solución para disminuir problemas del medio ambiente; o un discurso de adaptación que promueve medidas de prevención, basadas en la detección de vulnerabilidad ante las amenazas de los efectos ambientales.

En los discursos de los funcionarios no prevalece el término educación ambiental. Hacen referencia a la “capacitación ambiental”, “educación ecológica”, “promoción de una nueva cultura”, realización de “campañas”, “cambio de actitud” y creación de “conciencia”. La mayoría de estas acciones tienen como factor determinante la promoción de procesos conceptuales (dar a conocer, informar, instalar letreros, distribuir videos, publicar folletos y difundir carteles).

Para algunos funcionarios el desarrollo sustentable significa beneficios ambientales y representa el control del aprovechamiento de los diferentes recursos del medio ambiente con una visión hacia el futuro. Es también concebido como una solución a diversos problemas, por lo que la preservación ambiental es contemplada como un aspecto relevante, refiriéndose de forma específica a aspectos de la naturaleza. Se observan casos en los que este sector integra el desarrollo sustentable en sus discursos únicamente para promover sus políticas públicas, sin definir los aspectos que ubican sus proyectos dentro de esta categoría. También, en determinados discursos los funcionarios utilizan el desarrollo sustentable para justificar sus posturas, aun cuando estas vayan en contra de la legislación ambiental.

Sector empresarial
El sector empresarial concibe al medio ambiente como una fuente inagotable de recursos naturales, considerados mercancías para diversos negocios, que se concretan en proyectos de inversión basados en su explotación y apropiación. Para la iniciativa privada el medio ambiente también representa el motor para promover artículos que forman parte de una “industria verde”, que ha impulsado el crecimiento de un nuevo mercado de productos de diversa especie. El sector empresarial percibe los recursos naturales como un instrumento de desarrollo económico que beneficia al país y, por supuesto, a ellos.

Para este sector los problemas ambientales se concretan principalmente a la contaminación del aire a través de la emisión de gases que producen los automóviles y por basura en las calles. No plantean estrategias concretas sobre el uso de tecnologías limpias ni proponen soluciones a la generación de residuos sólidos. En sus discursos sobre las soluciones a la problemática ambiental ofrecen sus productos orgánicos o derivados de la llamada “industria verde.

El cuidado del medio ambiente significa para los empresarios una fuente generadora de más recursos en potencia, ante lo cual han surgido diversos proyectos que podrían ofrecerles a los empresarios más beneficios económicos. Las cualidades que enaltecen de estos productos se refieren a que no contaminan, no dañan y cuidan al medio ambiente. Al ofrecer como soluciones las innovaciones de la “industria verde”, el aspecto económico no se hace a un lado, puesto que se enfatiza que el ahorro de los recursos naturales se traduce en el ahorro de dinero.

A través de acciones, a las que la iniciativa privada llama “prácticas de responsabilidad social”, algunas empresas difunden en la prensa escrita sus proyectos de cuidado de preservación del medio ambiente. Estas acciones, por las que las empresas son premiadas con el “Distintivo ESR (Empresas socialmente responsables)”, que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI), pretenden incidir “positivamente en la gente, el entorno y las comunidades”. Sin embargo, estos programas se llevan a cabo por voluntarios de las empresas, con acciones que no comprometen los procesos de producción de este sector.

El sector privado concibe el desarrollo sustentable como una oportunidad de inversión rentable y de crecimiento económico, donde se busca el mejor aprovechamiento de los recursos naturales, en ocasiones sin tomar en cuenta su protección y el impacto ambiental que puede provocar su explotación. Los empresarios utilizan el término desarrollo sustentable de forma indiscriminada sin tener claro el concepto, pues con él tratan sólo de proyectar una imagen de responsabilidad ambiental.

Sector religioso
La Iglesia Católica concibe el medio ambiente como un “bien colectivo destinado a todos” y un recurso “a favor del hombre”. Este sector hace continuas referencias al “uso” que podemos hacer de los bienes naturales, por lo que no incluye a los seres humanos como parte del medio ambiente. La iglesia católica también se refiere al medio ambiente como un don de Dios y considera que el daño que se le ocasiona es una “ofensa”, una “maldad”, un “pecado grave” y un “insulto a Dios”, porque no lo “usamos” con respeto.

La Iglesia Católica percibe la problemática ambiental desde diversos ámbitos y no sólo desde el natural. Aunque su noción del medio ambiente es ecologista, su perspectiva de las causas, consecuencias y soluciones de la problemática ambiental, está orientada hacia aspectos políticos, económicos, sociales, tecnológicos, de salud y éticos. Por ello, en sus discursos hace diversas referencias a la importancia de la distribución equitativa de recursos y a la necesidad de cambiar los estilos de vida y los modelos de producción y de consumo.

Este sector ha manifestado su interés en que se busque el “progreso sostenible de los pueblos” y da relevancia a la necesidad de educación ambiental y de la participación social. En sus discursos proclama un mayor sentido de responsabilidad en el cuidado del medio ambiente como “un deber común y universal”, el cual, según precisa, surge del “destino universal de los bienes”.

Consideraciones finales
El discurso periodístico se produce en situaciones socioculturales determinadas, que hacen referencia a un contexto que es también historia. En algún tiempo el ecologismo formó parte de una tradición lingüística en todos los sectores de la sociedad; sin embargo, aun con este desvanecimiento de la imagen del ecologismo, el medio ambiente, que ha logrado incorporarse al discurso social y político, continúa sin ser concebido de forma integral, ya que las significaciones de los sectores se siguen inclinando hacia los aspectos de la naturaleza. La discusión sobre el medio ambiente es susceptible de convertirse en una discusión de lo natural sin el ser humano y sin las cuestiones sociales y culturales (Beck, 1998).

Estamos insertos en un “proceso de desplazamiento conceptual” (González 2007), el rumbo de la historia sigue en un continuo y acelerado cambio. Los contextos son otros, la realidad ambiental se ha ido también transformando y requiere de nuevas concepciones que den otra lectura de la realidad. El reto es que éstas no surjan como una fórmula, una moda o como el slogan de programas, proyectos y productos para el consumo. Desde que el concepto de desarrollo sustentable apareció en escena en la década de los 80’s con El Informe Brundtland, ha sido objeto de numerosas interpretaciones y usos que no siempre justifican su presencia en los discursos.

Los problemas se siguen acentuando y requieren la presencia de la educación ambiental. El surgimiento de nuevas nociones es parte de un proceso histórico lingüístico, pero debe significar un intento de innovar y de buscar otros caminos hacia una mejor relación con el medio ambiente. La diversificación del discurso se ha convertido en un obstáculo que dificulta la comprensión de los problemas ambientales y el planteamiento de posibles soluciones. La información clara, oportuna y eficaz tiene una función democratizadora, porque permite tomar las mejores decisiones. De igual forma, la pluralidad de discursos y de nociones debería marcar el camino hacia una visión crítica de la realidad, en lugar de ser origen de imprecisiones. La información es un valioso instrumento para formar sociedades críticas; sin embargo, es necesario aprender a utilizar lo teórico como aparato analítico que nos permita hacer nuevas lecturas de la realidad (González, 2007). Debemos encontrar puntos de convergencia conceptual, que pertenezcan a la sociedad y que no se constituyan en un recurso de poder de los medios de comunicación.

Las características discursivas de las notas periodísticas muestran la necesidad de establecer nuevos mecanismos de información y significación de los problemas ambientales globales, regionales y locales, con una visión integral, a fin de lograr la adopción de una actitud participativa y reflexiva, que derive en la toma de decisiones. Por ello es responsabilidad de los medios de comunicación realizar una tarea de investigación permanente; propiciar el acceso a la información ambiental oportuna, precisa y confiable; dar seguimiento a la información ambiental; contextualizar la información; impulsar la participación social; y promover acciones de prevención y adaptación. Representa un desafío para los comunicadores que desempeñan su labor en un medio como la prensa escrita, regido por intereses económicos y políticos, la redefinición de su tarea de investigación y el asumir su responsabilidad social con la educación ambiental.

Referencias
Pérez Agote, Alfonso (1979) Medio ambiente e ideología en el capitalismo avanzado. Madrid: Ediciones Encuentro, 223 p.
Beck, Ulrich (1998) La sociedad del riesgo. España: Paidós, 304 p.
González Gaudiano, Edgar (2007) Educación ambiental: trayectorias, rasgos y escenarios. México: Plaza y Valdés, 235 p.

[1] Licenciada en Periodismo por la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García”. Egresada de la Maestría en Educación con Campo en Educación Ambiental de la UPN. Unidad 095. Azcapotzalco.
[2] Esta investigación la presento en el Análisis de los discursos ambientales en la prensa escrita de la Ciudad de México. Tesis de grado de la Maestría en Educación con Campo en Educación Ambiental. Universidad Pedagógica Nacional. Unidad 095. Octubre, 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bobos