viernes, 17 de abril de 2009

Planeando con "El Ingenio": Una experiencia educativa de altura

Modesta Jiménez Orozco[1]

Resumen
El artículo relata la experiencia de aprendizaje, vivida por estudiantes y docente en una comunidad rural, donde se aplicaron conocimientos de planeación educativa para fortalecer la formación profesional de licenciados en pedagogía, en el área de Administración Educativa. El proceso desarrollado plantea las vicisitudes que ambos actores compartieron para socializar su compromiso universitario con una población a la que no ha llegado la equidad educativa.

Introducción
La tarde promete baja temperatura, viento y neblina. Se pronostica un frente frío y vamos a subir a las faldas del Cofre de Perote a más de 2,900 metros de altura. Es un compromiso. Los estudiantes y yo estamos convencidos de que la profesión de pedagogo no la deben limitar las paredes escolares. Vamos con precaución y un poco de preocupación también. ¡Nadie se queja! Una vez analizada la situación y tomada la decisión, se previeron soluciones a los obstáculos posibles y todo está saliendo bien. Las camionetas están repletas de materiales, de estudiantes y de ilusiones. Sobre todo de ¡ganas de hacer las cosas y hacerlas bien!

A esta tarea se sumaron ya otras personas, involucradas o comprometidas, colaboraron con materiales o recursos. Vamos camino al Rancho El Mirador, en Tierra Prieta, Municipio de Acajete, Veracruz. Viernes 8 de diciembre del 2006, 17 horas.

Narro a continuación la experiencia didáctica del curso de Planeación Educativa en el que se buscó cumplir con los siguientes objetivos[2]:
1. Comprender los fundamentos teóricos de la planeación educativa y la problemática que aborda para enfrentar su solución a través de los distintos modelos y enfoques.
2. Desarrollar la capacidad de análisis de procesos complejos para su aplicación en contextos educativos.
3. Asumir una postura crítica-reflexiva y creativa sobre la importancia que la planeación tiene en la contribución en la solución de problemas educativos.

Se trata de una Experiencia Educativa del Área de Formación Disciplinaria del Plan de Estudios 2000, y al mismo tiempo del Área de Conocimiento Administración Educativa, de la Licenciatura en Pedagogía en la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana. Se abordan temas centrales como conceptualización, dimensiones, clasificación y enfoques principales de la Planeación Educativa; corrientes teóricas que la sustentan y los modelos para resolver las problemáticas en los contextos educativos. Se culmina con un proyecto donde se aplican fundamentos de planeación para atender algún problema de la educación, con una aplicación parcial. Esta es la oportunidad de aprender haciendo y satisfacer el “hambre de práctica” que expresan tener los estudiantes.

Esta vez, el grupo y yo acordamos realizar el trabajo práctico en una comunidad rural denominada “Ingenio El Rosario”, Municipio de Coatepec, Veracruz, con el aval académico y oficial necesario. Expongo a continuación los principales momentos didácticos que se desarrollaron en el curso y con los cuales considero contribuir a la formación del estudiante en este campo de la profesión. Así como, el fortalecimiento de otras habilidades desarrolladas en el Plan de Estudio, como son: computación, pensamiento crítico y creativo, redacción, didáctica, administración educativa, política y legislación educativa, etc. Además se propicia el ejercicio de distintos valores profesionales y humanos que consolidan las competencias profesionales de los estudiantes en formación.

Presento a continuación esta experiencia didáctica en tres momentos de su desarrollo y una conclusión esperando sea del interés de pedagogos y otros educadores.

El inicio
Todo empieza con la presentación del programa al grupo –si es que puede llamársele así, pues se reúnen en un mismo salón estudiantes de distintas secciones y niveles de avance para recibir la experiencia educativa, juntos; pero no son un grupo aún-. Hablo de 25 estudiantes; 8 hombres y 27 mujeres que espero motivar para este aprendizaje.

Explico que el programa incluye trabajo práctico que requiere conocimiento de la realidad social desde el enfoque educativo y por tanto habrá que acercarse a ella a través de un proyecto educativo –sencillo- que sirva para ejercitar el conocimiento, las habilidades y los valores previstos en el programa. Sin embargo, este puede enriquecerse con la vitalidad que le impriman los estudiantes, con su intervención, dedicación y esmero en su aprendizaje.

Planteo distintas alternativas y solicito también que ellos propongan espacios de la sociedad donde ejercitar. Una de las propuestas es realizar entre todos un solo proyecto organizados en equipos o bien realizar un proyecto por equipo. Las formas de participación serán: individual, en equipo, en algunas acciones se trabajará en pareja y se espera lograr tener un verdadero grupo.
Todos se deciden por esta alternativa: la Comunidad Rural “Ingenio El Rosario”, Municipio de Coatepec, Veracruz, cercana al Cofre de Perote. Pocos habitantes muchas necesidades. Una pequeña escuela y una profesora de CONAFE que pronto dejará el puesto que tiene como becaria. Los niños de primaria tienen la incertidumbre de qué pasará con sus estudios, pues la Secretaría de Educación de Veracruz les prometió una Clave con un profesor egresado de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana. Solo que la escuela de un solo salón no ha sido terminada.

El propósito es conocer las necesidades educativas de la comunidad para describirlas en un diagnóstico, con el cual se diseñe un proyecto de corto plazo para apoyar la educación de los habitantes. Con ello, se proponga a la Facultad de Pedagogía, estrategias para atender con pertinencia las necesidades de esta población y así dar oportunidad a los estudiantes de seguir creciendo profesionalmente, a la vez que la Universidad Veracruzana, cumple con su función de vinculación y extensión de los servicios de manera organizada. Estos estudiantes, aplicarán sólo una parte del proyecto.

Para llegar a este punto, antes se trabajan dos unidades didácticas del programa: I. Desarrollo de la planeación educativa y II. Tipos y modelos de planeación educativa. La primera es para establecer “los fundamentos teóricos que faciliten el análisis interpretativo de la disciplina en su contexto micro y macro educativos” y la segunda para “Identificar los lineamientos y enfoques teóricos que generan los modelos de planeación que orientan las acciones de las instituciones y programas educativos”

Aunque se tiene una Antología, el uso de la información de la Red Mundial es indispensable, pues los estudiantes se van habituando a localizar información actualizada en páginas electrónicas de instituciones de prestigio, que aportan información educativa de toda índole. Para comentar y analizar los documentos encontrados, generalmente trabajamos algunas horas en el Laboratorio de Informática de Apoyo a la Docencia.

Abrimos una Comunidad Virtual, donde todos los estudiantes se registran y se comunican para intercambiar opiniones, tareas, trabajos, entre otras actividades. Ahí se colocan los vínculos de las páginas recomendadas para que todos puedan accesar a ellas. Se envían los mensajes con los comentarios de lo leído y cualquiera puede opinar sobre lo escrito. Yo también comento y registro sus trabajos con fines de evaluación formativa y fortalecimiento del aprendizaje.
Una técnica didáctica es que expongan en equipo parte de los contenidos, para lo cual ellos investigan en bibliografía adicional a la antología y como ya dije, también en internet. Esta, además, es una oportunidad para apoyarlos en sus habilidades docentes, como: uso de la voz, de la relación maestro-alumno, postura frente al grupo, mantener el interés y promover la participación del grupo, elaboración de materiales didácticos, uso adecuado de los recursos didácticos, etc. Así como la selección de los contenidos, la relevancia de los puntos seleccionados para desarrollar el tema, la interpretación del contenido y su relación con la experiencia educativa, etc. Todo bajo asesoría e integración en cada clase.

Los estudiantes se van afianzando como equipos y su organización se advierte en sus exposiciones. También se destacan los que van a sobresalir por sus habilidades desde, casi, el primer día. Otros son mesurados y callan, pero están al tanto de lo que los demás dicen y muchas veces cerrar la discusión con una opinión centrada y precisa.

Se espera encontrar en ellos “gusto por el conocimiento, disposición para comprender los problemas educativos, actitud crítica, sensibilidad ante los problemas y aceptación de las limitaciones para intervenir en su solución”.

El proceso de construcción del plan
Se insiste en mirar los contenidos con fines de incorporarlos en el proyecto educativo. Debemos conocer la comunidad y para ello, con un representante de cada equipo, haremos una primera visita.

Vamos una mañana soleada y somos recibidos por unas mujeres habitantes de la localidad. Intrigadas se acercan para saber lo que queremos. Nos presentamos y hacemos algunas preguntas que despiertan su interés. Nos plantean su desconfianza y su continua decepción de los que vienen de la Ciudad. Ya les han prometido antes todo tipo de ayuda y no les cumplen.
Explicamos que nuestra intención no es engañarlos. No vamos a ofrecerles solucionar sus problemas. Somos profesora y estudiantes de una universidad pública cuyo objetivo es aprender de la realidad y conocer los problemas de cerca. Dejar el aula y el escritorio para abrir los ojos a la sociedad y sus problemas. De este modo se formarán con mejores maestros: los propios habitantes que les podrán enseñar cuales son sus carencias pero también sus fortalezas para mejorar. Dicho así, les parece bien la honestidad de nuestras palabras y nos ofrecen ayudarnos. No les ofrecemos nada a cambio.

Hablamos también con el Comisariado Ejidal y repetimos nuestra presentación. La misma respuesta inicial. La misma explicación. Un gran interés de su parte y ofrece todo su apoyo para que se cumpla la tarea de los estudiantes.

Antes nos entrevistamos con uno de los dueños del Rancho Ecológico “El Mirador” para solicitar su apoyo con las instalaciones, pues el lugar se prestaba de forma ideal para planear actividades educativas y culturales ya vislumbradas. El empresario y profesor normalista, expuso sus condiciones: principalmente deberíamos proponerle un buen plan para ceder el espacio un fin de semana, pues el rancho se alquila para descanso, además de los proyectos ecológicos que tienen a su cargo. Era un reto más allá de nuestras paredes escolares. Regresaremos una vez que esté listo el instrumento para levantar los datos necesarios para realizar el diagnóstico y elaborar el plan.

Dado que se trataba de una comunidad rural, se buscaron otros modelos de diagnóstico, factibles de ser aplicados en ese contexto. Entre ellos el modelo de diagnóstico del CONAFE. Delimitamos las dimensiones para construir categorías e indicadores. Hicimos buenos contactos que más tarde serían necesarios. Con toda la información, los estudiantes construyeron instrumentos de levantamiento de datos: un Cuestionario, una Guía para la Observación y una Guía para Entrevista.

Los ámbitos del diagnóstico fueron: Salud, Geográfico, Económico, Comunicaciones, Educativo, Cultural y lingüístico, Tecnológico y Organización.

Los estudiantes trabajaron extraclase los distintos ámbitos sendos equipos y en clase se analizaba el avance para mejorar, evitar duplicidad, corregir omisiones, diseñar un mismo formato, afinar las preguntas, etc. Todo esto fue acercándolos para tomar confianza en el trabajo de los demás y confianza en si mismos para corregir los errores que otros no veían. ¡Toda opinión sirve, toda aportación mejora el trabajo común! Insistía en confirmar. Aunque a veces algunas aportaciones no parecían tener sentido y nos entrabábamos en discusiones un poco necias. Pero ¡por fin! Alguien comprendía la idea y… ¡pues nada!, ¡que tenía razón “el necio”! Todos reíamos y seguíamos adelante.

Horas de trabajo fuera del aula. Nuevamente en el LIAD. ¡Ya va quedando el instrumento principal! Pero también se agota el tiempo. Y al mismo tiempo la gestión de los recursos va caminando. Un poco lenta pues todos tenemos más ocupaciones y otras responsabilidades.
El Municipio de Coatepec, aprobó el desarrollo de esta actividad y concedió apoyo oficial para su realización: oficios, transporte, Plan de Desarrollo Municipal y nada más. Días antes del trabajo de campo, tenemos problemas con el transporte municipal. Significativo para mí fue cuando recurrimos al Plan “B”. ¿Como desplazar a 25 estudiantes al sitio de trabajo sin camionetas? El grupo tendría que decidir la operación. La pregunta después de la exposición del problema fue: Si no consiguiéramos transporte del Municipio, ¿estarían dispuestos a pagar su pasaje a Las Vigas, tomar ahí la camioneta a “El Llanito” y caminar varios kilómetros hasta la comunidad “Ingenio del Rosario”? -La generalidad de los estudiantes de Pedagogía es de escasos recursos. Por tal motivo, fue una pregunta que amenazaba ser respondida negativamente. Además era una oportunidad para zafarse de un compromiso-. Caras serias y preocupadas mientras expongo y lanzo la pregunta. ¡Alcen la mano quienes digan que si! En segundos, todos alzaron la mano. ¡Ya éramos un grupo! Una joven me dijo cuando comenté mi emoción ante esta respuesta: “los estudiantes tenemos hambre de práctica, por eso nadie se negó, aunque para muchos sea un gran gasto”.

Sin embargo no fue necesario aplicar la alternativa, pues el Municipio de Coatepec pudo cumplir con lo ofrecido y nos apoyó en el transporte de la mitad de los estudiantes. La otra parte, con el apoyo de mi familia; grandes puntales en la realización de mi trabajo.

Brincos en el camino, caras alegres y empolvadas en un día soleado. Organizamos la aplicación de los instrumentos en binas y dividimos las viviendas a un lado y otro del camino principal. Las instrucciones generales fueron de acuerdo a una estrategia de trabajo que entregue a cada pareja por escrito. Recomendaciones y normas de trabajo.

Establecimos un centro de atención –junto a las camionetas- para que regresaran a consultar lo que necesitaran, pero entre ellos se ayudaron a plantear soluciones a los problemas que encontraron durante el proceso y otros resolvieron sus propios obstáculos, según comentaron al reunirnos para comer. Yo los seguí desde lejos con la cámara y los binoculares sin alejarme mucho del sitio acordado. Todo el panorama era nuestro. Un Cofre de Perote altivo y un Pico de Orizaba resplandeciente y blanco.

Algunos trabajaron por primera vez con otros compañeros y se fueron conociendo un poco más. Ninguno había salido al campo a trabajar y es grato decir que me parecieron extraordinarios: profesionales y prometedores en su desempeño. Nadie era menos que otro. Todos trabajaron bien y con esmero, bajo el sol y toda la mañana.

Más tarde nos reunimos en el Rancho “El Mirador” para comer. Así conocerían donde realizaríamos la actividad que planearíamos para ofrecer a la comunidad como agradecimiento a su cooperación. Fue estupendo verlos colaborar en la organización.

Cuando fui estudiante de pedagogía leí “El Poema Pedagógico” y ahora yo sentía la emoción de ver a los estudiantes transformarse en un equipo de trabajo, claro en su relativa proporción. Una comisión para cada parte del menú. Una comisión para calentar la comida y servirla. Hombres y mujeres por igual. Otros que jugaban pelota, levantarían la basura y lavarían platos. Todos contentos y alegres, entiendo a que se refería Makarenko cuando decía que “se veían guapos”, pues el trabajo unido los hace verse así.

Caminamos hacia el muy pequeño arroyo para platicar la experiencia. Había que compartir lo que cada quien vivió: palabras usadas por los habitantes con otro sentido, los problemas que encontraron, negativas y como las resolvieron, cómo viven las personas, como los trataron, no entendían algunas preguntas, los niños, las mujeres, los señores que daban la información… Risas, emociones, satisfacción de todos por el trabajo realizado.

El profesor dueño de las instalaciones, compartió esta reunión y aprobó el desempeño de los estudiantes, así que accedió a facilitar el rancho un fin de semana, a cambio de una pequeña cuota para la limpieza. Todos compartimos el júbilo. Ahora había que transformar los datos en resultados.

Nuevamente, trabajo de equipo y de grupo, para lo que nombramos un coordinador (a) de cada equipo y una Coordinadora General y una suplente, para casos de emergencia. Más tarde se nombró un tesorero para administrar con transparencia, los pocos fondos.

Ya no se trataba de números imaginarios, ni datos tomados de algún libro, ni nombres de personas desconocidas y un lugar en el mapa. Eran datos reales, personas recién conocidas, un lugar con necesidades reales. Lo que no se preguntó se observó y podía corregirse la información. Otra vez el laboratorio de computación vivía la algarabía de los estudiantes.

Errores no previstos, fallas en la construcción de las preguntas o las alternativas de respuesta. No preguntamos algunos datos importantes. Falta de precisión. Todos los errores se convirtieron en experiencia. Ahora saben que no es suficiente hacerlo bien, cada vez se aprende algo más, pero el aprendizaje es continuo. La siguiente vez será mejor. Más días de trabajo extra clase. Laboratorio, casa, salón etc. Se agota el tiempo. Se acaba el semestre.

Está listo el diagnóstico y principales fortalezas y debilidades a la vista [3]: “El Ingenio El Rosario” de Coatepec, Veracruz., es una población a 2,950 metros sobre el nivel del mar, en la Región del Cofre de Perote; clima húmedo y frío la mayor parte del año; con 174 habitantes (92 hombres y 82 mujeres). Conformada por 34 viviendas con 2 a 12 integrantes y en promedio 5 personas por vivienda.
La población económicamente activa la forman 55 personas (48 hombres y 7 mujeres). Se llega por caminos de terracería que enlazan con carreteras Xalapa-México, y otros con caminos asfaltados o engravados que llegan a Xico o Coatepec. No tienen Centro de Salud y el más cercano está en Las Vigas. Solo tienen escuela primaria unitaria que atiende CONAFE con una profesora y recientemente dos.

De los habitantes, 33 concluyeron la primaria y sólo 20 han asistido a la secundaria. No continúan el bachillerato. Los niños no asisten al nivel preescolar, no tienen la escuela. 34 personas quedaron en rezago educativo, principalmente de primaria.

Carecen de medios de transporte, solo algunos tienen camioneta, caballo o bicicleta. Viven de sembrar papas y otros vegetales, cuando no van a sembrar a otras comunidades trabajan en los aserraderos.

Muy jóvenes forman una familia y tienen sus primeros hijos a los 12 a 14 años. 26 tienen servicio médico por el apoyo del Programa Oportunidades. Pocos tienen becas de estudio. Su base alimenticia está en el frijol, el maíz, el arroz y la sopa, además de distintos vegetales y fruta. Poco comen carne de pollo o cerdo.

Su tecnología es primaria tanto en el hogar como en el trabajo. No cuentan con servicios públicos básicos. El agua potable les llega a través de mangueras, no tienen drenaje, utilizan letrinas, el teléfono más cercano está en El Llanillo. Tienen luz eléctrica. Obtienen calefacción de estufas de leña llamadas “lorenas”, en las que guisan y al mismo tiempo generan un ambiente más o menos cálido en la casa. Algunas familias (3) tienen proyectos pecuarios, de tomate o de zanahoria. Las casas habitación son en su mayoría de madera y algunas pocas, de block. Son en su mayoría ejidatarios. Algunos han vendido parte de sus terrenos para aumentar el ingreso familiar.
La comunidad se formó desde 1935 cuando se instalaron las primeras familias que venían de lugares cercanos a Perote. Se inició con 4 casas y hoy casi todos son parientes. Son católicos y hablan español. Sus rasgos físicos son de tez blanca y de estatura mediana y alta. Sencillos, amables y sociales. Algunas fortalezas y debilidades detectadas son:


El siguiente paso, proponer a la Facultad de Pedagogía la atención de esta comunidad y otras de similar circunstancia a través de programas de vinculación para realizar el Servicio Social, Prácticas o Proyectos de Investigación en coordinación con la Casa Universitaria “El Conejo”, la más cercana en la región.

Como complemento de este trabajo, se propuso un programa educativo-cultural, para lo cual, los equipos diseñaron talleres diversos que dieran respuesta a algunos de los requerimientos expuestos por la población.

Las actividades se realizarían en diciembre, con los habitantes de “El Ingenio El Rosario” de Coatepec, en el Rancho “El Mirador” en Tierra Prieta a media hora de camino. Se gestionaron apoyos y nuevamente, la Presidencia Municipal de Coatepec, aportaría el transporte para los estudiantes y para los materiales.

Sólo que ahora teníamos un factor en nuestra contra: el clima. Frente frío pronosticado para la región del Cofre de Perote, 2 a 6° sobre cero; mal camino en la montaña, tal vez lluvia y neblina. Estudiantes de clima húmedo no tan frío (10 a 16° cuando muy bajo) y otros provenientes de la costa, donde su “onda gélida” llega a ser de 18°.

Llevar estudiantes fuera de la escuela no es seguro para ningún docente. Representa riesgos y gastos adicionales. Pero, que tanto hay que hacer para lograr el objetivo de “Ejercitar la técnica de planeación a partir de un caso”, desarrollar la: “Capacidad analítica para visualizar global y localmente el fenómeno educativo. Observación y juicio para el diseño de alternativas de planeación”, y promover actitud: “Critica y de apertura. Actitud de servicio. Compromiso e identidad con su profesión”. Todo esto sin morir en el intento. Seguro que hay otras formas menos complicadas de lograrlo. Pero lo fácil cualquiera lo hace. El grupo había optado por este camino.

Hubo una reunión para decidir qué hacer ante esta circunstancia. Todos plantearon las mismas razones: “Es verdad que el frío parece amenazador, pero tenemos un compromiso que cumplir”; “La gente está cansada de que les prometan y no les cumplan. Al menos yo no estoy dispuesta a actuar así”; “Soy muy friolenta porque soy de la costa, pero ya me conseguí chamarra gruesa, ropa térmica, bufanda y guantes. Yo si voy”; “Debemos ir con cuidado, pero tenemos que ir porque la gente de allá está acostumbrada a que les fallen y nosotros no debemos fallarles”; “Cuando trabajemos no dejaremos de asistir porque el clima esté mal, tenemos que ir”; “Si hace mucho frío pues dormimos todos juntos y ya está”. Todos ríen con franca picardía. Todos los argumentos fueron en el mismo sentido. Así que votamos: ¡todos a favor!, ¡hay que ir y cumplir!

Hubo una re-planeación: trabajar un solo día para no arriesgar mucho la salud. Todavía tuvimos que resolver la falta de vehículos pues Coatepec, solo pudo prestar uno. La cooperación para los gastos, se había solicitado anticipadamente. El tesorero controló escrupulosamente los ingresos y los egresos, pues rendiría cuentas al grupo, en su momento. Aplicaron estrategias de gestión para conseguir otros apoyos: algunas empresas, instituciones públicas, profesores, secretarias, grupos de la facultad, etc. Aportaron medicamentos, paquetes de libros, botiquines, ropa usada para el frío, ropa nueva para niños, dulces para piñatas, dinero en efectivo, materiales de papelería, préstamo de sillas plegables, impresión gratuita de trípticos, etc. Todo esto sirvió para sentirse con mucho para dar, aunque en realidad era bastante poco, comparado con las necesidades del pueblo. Pero la capacidad de gestión se hizo presente en cada integrante. Pancarta que representaba cuatro meses de trabajo y un cambio sustantivo en la relación entre estudiantes y docente. Un mismo objetivo que cumplir, un mismo plan, una misma profesión, una misma actitud.

Las ideas de estos talleres surgieron a partir de las peticiones de los habitantes entrevistados y de analizar las posibilidades y conocimientos de los integrantes. Ajustados también a sus posibilidades económicas y a los recursos de la región. A la dinámica que se pretendía imprimir a la convivencia y a la intención pedagógica que conllevaba. Sobre todo exaltando la convivencia familiar y la unión de la comunidad en un evento, no sólo recreativo sino, y sobre todo, educativo.
Fin de semana educativo y cultural
La carretera con neblina, no se ven claros los letreros de la entrada al camino. Nos esperamos, nos hablamos por los celulares. Entramos juntos al camino. Llegamos cuando estaba obscuro y con llovizna. Los venados estaban sueltos y sus ojos brillaban como grandes cayucos rojos. Bajamos todo en la galera. Materiales y alimentos a un lado, mochilas en otro. Conocíamos el lugar, era suficiente la luz de las lámparas. Comisión para hacer la cena. Todo está programado y está distribuida la comida por día. Otros acomodan las mesas y sillas para cenar. El encargado enciende la chimenea y el frío se va entibiando en la galera. Platicamos para reconocer la unión del grupo y motivar un trabajo de calidad y reconocer con aplausos a todos los que contribuyeron para que se realizara esta experiencia final. Planeamos el espacio y los ajustes necesarios a las actividades.

Ahí, a casi tres mil metros sobre el nivel del mar, en la soledad del lugar, con frío, con lluvia, a la luz de las velas y la chimenea, pero con mucha calidez, se exaltan los sentimientos más transparentes y se advierte la humanidad en cada uno: buenos sentimientos y ganas de trabajar. Cenamos con alegría y emoción por lo que nos esperaba al día siguiente. “¿Vendrán?” se preguntaban. ¡Si vendrán y si no vienen, los vamos a buscar! contestaban.

Se distribuyeron las cabañas: “Ahora a dormir. Será un día largo. Hay que descansar. Mañana a las 7:00 todos en la galera para desayunar y estar listos a las 10:00 para trabajar”. “Descansen”. Pero no durmieron, los oía cantando, corrían con los venados, contaban chistes… Oía sus risas y sus aplausos. Se fortalecieron los lazos de amistad.

A las 6:00 a.m. se tocó el caracol a los cuatro vientos. Ya se estaban sacando fotos. Iniciamos el día organizando el desayuno. El gas no calentaba mucho. El frío y la llovizna no cesaban. Solo había un poco de sol.

No llegaban las personas de la comunidad. Hubo un poco de desaliento. A las 10:00, fueron llegando los primeros. Todos se emocionaron. ¡Sí vienen maestra. Ya están llegando!

Los invitados expresaron contentos que “sí sabían cumplir los universitarios, lo que habían prometido”, “Creíamos que no vendrían pero dijimos, vamos a ver si acaso”, “¡Y mira, que si vinieron los muchachos, con este frio!” ¿Y los demás? Les preguntamos. “Ahí vienen en el camino”. ¿Pero si vienen? “Sí. No tardan, vienen muchos”. Atendimos 36 adultos y 18 niños. Papás, abuelos, jóvenes, niños, niñas y bebés.

Todo se volvió dinámico. Todos elegían el taller donde querían estar. Los señores se cohibían al principio, pero después de observar se interesaron por el taller de producción de velas y trabajaron muy entusiasmados con el equipo de Educación Cultural. Las señoras y algunas jovencitas se interesaron por el taller de bordado toda la mañana y lo hacían con sumo interés. Junto a la ventana se iluminaban con la luz del día. Platicaban y reían amenamente.

También junto a la ventana, otro de los dueños del Rancho, Médico de profesión, trabajó sin descanso para dar consulta gratuita a 26 personas de la comunidad. “¿Le traigo un café, doctor?; ¡No, gracias. Mejor otro doctor! Risas. Tuvimos el apoyo de una estudiante de odontología quien contribuyó con el equipo de Educación para la Salud, con pláticas para el cuidado de los dientes y cepillado. Función de títeres que los chicos y los grandes, respondían con el sincretismo de un niño.

El deleite de los niños fue la pintura de piedras del campo. Se trataba de encontrar una forma en la piedra y hacerla notar con la pintura y un algodón. Decorarla y dejarla secar para adornar su casa o el lugar donde hacen la tarea. Fue interesante ver manifestarse la creatividad de los niños que cambiaban la técnica con su iniciativa, la afinaban o daban sentido inesperado a la roca volcánica. Repetían el taller “jugando con tu imaginación” con el Equipo de Educación infantil. Les fascinó.

En el taller “divirtiéndose con la basura” se recicló basura para transformarla en canastas y juguetes, además de información apropiada, con el equipo de Educación para el cuidado del Medio Ambiente. Todo un éxito. Cada niño daba un toque de personalidad a su diseño. Las canastas se llenaron después con dulces y galletas como obsequio.

A los adultos se les habló sobre “valores para la organización”. Aplaudían con entusiasmo y agradecimiento el conocimiento y el consejo compartido por los estudiantes del equipo de Educación Tecnológica y Organización.

Pláticas sobre el cuidado de la salud y la higiene fueron escuchadas con detenimiento por padres de familia y jóvenes. Sobre todo porque algunos no tardarán en formar su propia familia. A los señores les interesó hablar sobre el vicio del tabaco y lo perjudicial que es, no solo para el fumador, sino para los que lo rodean. Sus efectos nocivos a la salud y el mal ejemplo que se transmite a los chicos. Plática sobre cómo “dejar el vicio” impartida por un profesor que vivió la experiencia del infarto, fue muy bien recibida.

Jugamos lotería educativa. Eso también fue divertido para niños y adultos. Conocieron lugares, costumbres, alimentos, vestimenta de la Huasteca. El premio: camisetas, lápices, colores. No importaba tanto el regalo, como sacarse la lotería. Un petate y algunas bancas fueron el espacio pedagógico en un rincón de la galera. En donde, más tarde los niños iluminaban dibujos con colores de madera. También se inventaron cuentos con la imaginación de los niños y más tarde, lo más divertido fue “Chesterín”. Un tigre botarga que llegó del bosque. Los niños corrieron, asustados primero: “Ahí viene un animal feo”. Jugaron, cantaron el “dale, dale, dale” a las piñatas navideñas del equipo de Educación Cultural. Todos pasaron a pegarle a la piñata. Rieron toda la tarde.

Al final, se repartieron algunas prendas para el frío; se entregaron los botiquines por familia; se distribuyeron libros infantiles que donó la SEV, a través de la gestión de una pedagoga, ubicada en oficinas centrales de esa dependencia.

Finalmente, se cerró el evento con la participación de todos los asistentes. En nombre del grupo, la Coordinadora estudiantil y yo agradecimos la presencia de la comunidad. Recíprocamente con sencillas palabras nos agradecieron a todos los que contribuimos a que ese día nublado fuera “todo un sol en sus vidas”. Se llevaban una grata impresión de los estudiantes. Nos abrazaron como si fuéramos familiares muy queridos y con mucha emoción repetían las gracias antes de irse.

Conclusiones
Al final comentamos la experiencia y como cumplimos con el objetivo educativo que nos llevó hasta allá. Los estudiantes expresaron en su bitácora conclusiones de su experiencia, como las que se exponen en seguida:
También aprendí que aun cuando todo este muy bien planeado existen factores que lo impiden como por ejemplo, los recursos, la disposición y actitud de las personas hasta el clima que es algo que no podemos controlar. Para finalizar fue un trabajo muy satisfactorio y que siempre voy a recordar”.Nora Yvette

“…que grato sentí cuando las personas comenzaron a llegar pues fue en ese momento cuando el trabajo cobró el verdadero sentido, su verdadero valor pues aunque éste ya valía ante nosotros y ante la maestra, a mi parecer sin su aplicación, no hubiera cobrado el gran significado que las personas con su afanosa participación le dieron.” …“Para finalizar este comentario, me doy cuenta que la profesión que elegí, es la correcta, este viaje me ha reforzado la idea de continuar en el esfuerzo sin importar las carencias que a veces hacen dudar, pues existen otras personas que necesitan más….Es curioso, pero hoy, ya en clase, apenas me viene a la mente la distancia recorrida y el frío que hizo, porque valió la pena realizarla, esta experiencia.” Mario

“La experiencia que obtuve fue muy grande, el aprendizaje más y comprendí algo; uno puede aprender una infinidad de libros, un sin fin de teorías, pero la práctica es lo que hace poner en tela de juicio todo lo que se dice saber, es tan enriquecedor la práctica, tan emocionante y divertido que como persona y como ser humano te quedan ganas de volver a repetirlo”. Nancy Jazmin

·“Aprendí la importancia de planear adecuadamente, que siempre se debe trabajar con los pocos o muchos recursos con los que se cuenta, realmente me agrado mucho gestionar con los patrocinadores y ver que ellos respondían, …, creo que fue un aprendizaje muy significativo que me llevo de esta curso, también amigos, y la confianza en mi misma para lograr mas cosas.” Magaly Mahanaim

"Eso fue una recompensa para cada quien, porque proporcionó en nosotros la satisfacción que cada uno logró… además nos dejó una experiencia que no todos tienen el privilegio de vivir… a valorar la carrera así como …las habilidades propias de un educador”. Domingo.

“Durante todo el proceso de diagnóstico, planeación y ejecución del proyecto, el grupo estuvo muy unido, todos participamos, fomentando el compañerismo y la amistad entre todos. ..Esta experiencia fue muy significativa, agradable y gratificante para mí… porque el ver las sonrisas de los niños y de (todas) las personas, hizo que todo el trabajo que implicó llevar acabo este proyecto valiera la pena”. Karina del Pilar

“Entre otras cosas nos enseño la importancia de dejar el SON y pensar en el SOMOS, es decir, ser sensibles a las necesidades y problemáticas sociales que se presentan en nuestro entorno también me di cuenta de que es verdad, si nos lo dice, lo olvidamos, si nos lo enseña, lo recordamos pero si nos involucra lo aprendemos. Pudimos ver la teoría en la práctica, contrastamos los diferentes textos consultados y logramos esa vinculación que debe existir entre teoría y practica”. Johanel Alberto

“…más que tropiezos ahora los veo como una escalinata que nos ayudó a aprender a ser ingeniosos, a resolver imprevistos, nos deja un buen aprendizaje que nos fortalece nuestra formación o por lo menos para mi. Al final del curso me quedo con lo que aprendí, con las experiencias que viví y también con un pensamiento de que nos falta mucho por hacer al igual que por aprender…” Mauricio

“El trabajo era pesado por que ya se acercaba la fecha de ir a aplicar nuestros talleres y aun no estaban hechos, y no podía haber relajamientos y por eso si alguien del equipo flojeaba un poco los demás le inyectábamos ánimos para que prosiguiera.…Pero ya eran las 11 de la mañana y no había señal de de persona alguna, pero de pronto se escucharon voces a lo lejos y vimos como venían unos niños muy pequeños acompañados de sus padres y de pronto fue como si nos hubieran dado vitaminas a todos, como si nos hubieran dicho q nos habíamos sacado la lotería, por que todos estábamos muy pero muy contentos de que habían venido a los talleres….Y finalmente después de cenar, alistamos nuestras cosas y decidimos partir a la ciudad de Xalapa, pero no regresaríamos tal y como nos fuimos, sino que ahora lo haríamos con la satisfacción de que cumplimos en lo que a lo largo de todo un semestre habíamos planeado.” Juan Alfonso

De esta forma llevamos a cabo la articulación de los ejes teórico, heurístico y axiológico de la experiencia educativa. Finalmente, considero un antecedente este proceso de planeación, para que los estudiantes se preparen para el aprendizaje en el Área de Investigación Educativa al construir instrumentos para el levantamiento de datos, aplicar e interpretar los resultados; para el Área Terminal de Educación Comunitaria, dado el ámbito de la práctica en esta ocasión; así como en las competencias administrativas de un profesional de la pedagogía, que fue el principal objetivo del curso.

Como un reconocimiento a mis estudiantes.

[1] Profesora de Tiempo Completo de la Facultad de Pedagogía. UV. Xalapa, Ver.
[2] Jiménez O. M. et al. (2006) Planeación Educativa. Programa de la Experiencia Educativa del Área de Administración Educativa. Plan de Estudios 2000. Facultad de Pedagogía. Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz, México. Pp- 2
[3] Zorrilla Aguilar, Nora Yveth y Karina del Pilar Vázquez Tlaxcalteco, Coords. (2007) “Planeando con el Ingenio” Plan para el impulso a la educación en el “Ingenio del Rosario”Municipio de Coatepec, Veracruz, México. Estudiantes Facultad de Pedagogía, Universidad Veracruzana. Pp 28-30

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